Como os dije en mi anterior post, la mayoría de mis post van a ser sobre Ibiza, es la isla que amo y creo que a muchos de vosotros os puede interesar.
Hoy os voy a hablar de dos «restaurantes» super espaciales en Ibiza y que no son muy conocidos. Pongo entre comillas restaurantes porque uno es chiringuito y el otro es un jardín y son los sitios que más echo de menos cuando no estoy allí.
El primero del que os voy a hablar es La Paloma en el pueblo de San Lorenzo. Es un restaurante ecológico con mucho encanto regentado por una familia italiana donde se come un hummus de cordero de quitar el sentido, unas ensaladas impresionantes, zumos de todo tipo… pero lo mejor de todo es el lugar, un jardín en medio del campo ibicenco rodeado de naranjos y con una decoración con un gusto exquisito. A él acuden muchos extranjeros y se respira un ambiente muy tranquilo y bohemio. Si quieres ir no te olvides de reservar con tiempo porque aunque esté perdido es increíble cómo lo conoce la gente, sobre todo los extranjeros.

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El otro del que os quiero hablar y que para mí es como el paraíso no tiene ni nombre, o más bien tiene muchos nombres, vamos que cada uno le llama como quiere, se le conoce como el chiringuito de Sa Punta, el Cuatro Latas, La Lata y los guiris le llaman Fish Shack así que hay donde elegir. Es un chiringuito super austero enclavado literalmente entre rocas con unas vistas espectaculares a Dalt Vila y donde sólo hay para comer pescado fresco acompañado de ensalada, cuatro postres típicos de la isla y un café caleta riquísimo. Cuando voy al mediodía aprovecho para darme unos baños en las rocas y de noche es precioso ver el atardecer, eso sí, ten paciencia porque no se puede reservar, qué decir que no tienen ni teléfono.


Y esto es todo por hoy, otro día os hablaré de más sitos para ir a comer o cenar porque en Ibiza los hay para todos los gustos.
Buenas noches!